Afortunadamente, cada vez más empresas y responsables son conscientes de la importancia de promover ambientes distendidos y saludables en espacios de trabajo. Y  también cada vez más, las empresas y sus responsables comienzan a darse cuenta de cómo nuestras emociones impactan en el potencial de nuestros profesionales.

La toma de decisiones, la planificación de la estrategia empresarial, la comunicación, la motivación, las relaciones inter-departamentales, la gestión del tiempo, y un largo etc… siempre vienen condicionadas por lo que sentimos… de este modo, si te sientes alegre, content@, con confianza, con ganas y energía, serás sin duda mucho más productivo, creativo y constructivo que si te sientes en la emocionalidad contraria, es decir, que si experimentas tensión, estrés, agobio, frustración, etc…

Me gustaría que reflexionases, que si esta emocionalidad nos afecta a nuestras habilidades y capacidades individuales, si ahora ponemos a trabajar a varias personas con emocionalidades de baja frecuencia… ¿qué crees que ocurrirá? En este caso, la suma de los factores genera un resultado exponencial en el equipo, provocando numerosas tensiones y conflictos que actúan de ancla a la hora de perseguir los objetivos y resultados.

 “Somos seres profesionales emocionales” y ésta es una variable que debe tenerse en cuenta en el desarrollo de los equipos y en la estrategia de venta de tu servicio o producto. Si te olvidas de este factor clave, te aseguro que el plan detallado que has elaborado con 90.000 pasos y acciones que has trazado para llegar a tu meta/objetivos, necesitará ajustes porque en algún momento alguien no estaba alineado o estaba en una emocionalidad contraria al proyecto.

Todos sabemos que para que un equipo trabaje bien, se debe sentir bien, y de ese modo, podremos hablar de equipos colaborativos, organizados, motivados, coordinados, productivos y por supuesto, felices porque se sienten valorados, felices porque van a un entorno de trabajo amable y no hostil, felices porque son tan eficientes que pueden compatibilizar sus vidas profesionales con sus vidas personales, felices porque sienten que tienen una contribución activa e importante al resultado final, y añado un largo etc… si, si, FELICES!!!

A los participantes en mis formaciones les menciono a menudo que da igual que seas barrendero, jardinero, secretaria, técnico o gerente,… lo importante es si pones lo mejor de ti a diario en el desempeño de tu trabajo. Si todo el mundo tuviera incorporada esta premisa en su mapa de creencias personal, sin duda, no estaríamos hablando de esto, ni yo escribiendo este post. Pero ¿cuántas personas dan lo mejor de si mismas un día tras otro, sin que nadie les dé ningún aliciente?

Todas las teorías de desarrollo de Recursos Humanos, desde las más antiguas, recordemos a Maslow, ya hablaban de la importancia de la motivación del empleado con uno de los elementos que más impacto tiene en las organizaciones. Y en mi opinión, y teniendo en cuenta, tanto mi experiencia dirigiendo equipos, como mi experiencia en formación y desarrollo del talento, me dice que se debe implementar planes consistentes que se ajusten al perfil generacional de nuestros empleados.

Estamos en el SXXI, el desarrollo y la formación de nuestros profesionales, es una de las prioridades para marcar la diferencia… aunque debe hacerse con herramientas innovadoras, y ajustadas a los tiempos en que vivimos… la vida es cambio permanente y las tecnologías hacen necesarios que este cambio sea todavía más rápido… surgen nuevas necesidades y nuevos productos y servicios… y sin embargo, nos empeñamos en gestionar y dirigir a nuestros equipos con herramientas y modelos organizacionales del siglo pasado que ya no aportan demasiado valor a la gestión humana del equipo y de las personas que lo componen.

Las personas y los profesionales, nos alimentamos de sueños, ilusiones, y ganas de mejorar nuestro entorno, y éste elemento, afortunadamente sigue existiendo en las empresas, y hay que aprovecharlo, porque equivale al viento en las velas de un barco que le permitirá a su empresa avanzar a otra velocidad, de manera sostenible y en equilibrio.

Solo así todos ganaremos, el trabajador, los equipos, los responsables, las empresas, la sociedad,… reduciendo el número de profesionales (empleados o directivos) quemados-burn out, con estrés mental, con problemas de insomnio, con desmotivación, sin ganas de aportar, con bajas laborales, etc…

Las empresas deben ser conscientes del gran desafío al que deben enfrentarse sin perder ni un minuto más, hablamos de salud corporativa y responsabilidad social, ni más ni menos. Aquella empresa que invierta de manera constante en ello, tendrá un as en la manga y más capacidad de reacción para afrontar las adversidades que puedan plantear su negocio y su sector.


¡DEFIENDO Y PROMUEVO LA TRANSFORMACIÓN PARA CONSEGUIR PROFESIONALES  SATISFECHOS, MOTIVADOS, CONSTRUCTIVOS, PROACTIVOSy por supuesto, FELICES!!


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