Hola, espero que el ejercicio que te hemos propuesto (post anterior ) de solo prestar atención a la respiración te haya resultado sencillo.

Y pensarás, “ya respiro todos los días y no consigo reducir estas sensaciones desagradables que siento”… Te explico, el solo acto de respirar de manera atenta, es decir, poniendo tu intención de concentración en todo lo que conlleva la acción de respiración, hace que tu cerebro envíe un señal al centro emisor de alarma (amígdala), para que se desactive el estado de alerta en el que estás ahora mismo. Esto es lo que perseguimos con este ejercicio de respiración consciente. Vamos a probar de nuevo.

Te invitamos a que respires poniendo atención en el acto de respirar… pon atención en cómo entra el aire por tu nariz, cómo se introduce a través de las fosas nasales, y cómo desciende hasta tus pulmones, pudiendo incluso alcanzar tu abdomen para volver a salir.

Fíjate en este proceso una y otra vez, entrena tu concentración (nariz, fosas nasales, laringe, pulmones, abdomen), pon foco en lo que sucede en cada instante de tu respiración y apaga tu radio mental, silénciala mientras haces esta práctica.

Ve a tu ritmo, y sin prisa, tómate este momento para respirar. Si durante estos minutos, los pensamientos, emociones, sensaciones te abordan, obsérvalos y déjalos pasar, … amablemente, vuelve a concentrarte y dile a tu mente, algo así como: “ahora es mi momento de respirar, luego te atiendo” y desactivas todo aquello que puede estar generando distracciones. Ya estás empezando a entrenar tu mente para que sea tu aliada

Si estas en momento donde estás experimentando muchas sensaciones desagradables para ti, te damos algunas ideas para que puedas introducir 5 minutos de respiración consciente en tu día a día.

  • al despertar, antes de levantarte y comenzar el día
  • mientras te diriges al trabajo: transporte público, privado y en cuanto te sientas en tu espacio de teletrabajo que hayas elegido para estos días.
  • en tu pausa a media mañana
  • antes o después de comer (cuidado con dormirse)
  • en la pausa de media tarde.
  • después de terminar la jornada de trabajo
  • antes de dormir y cerrar el día

Tienes muchas posibilidades de poder incorporarlo cómo un hábito diario desde ahora mismo. Introdúce en tu día a día, como un momento de recarga, igual que un móvil que llena su batería. Sólo necesitas 5 minutos  y lo puedes repetir cuantas veces quieras y necesites.

Cuanto más lo practiques, mejor te sentirás, y comenzarás a constatar cómo tu cuerpo se resetea, tu mente se calma, y tus emociones se vuelven más agradables.

Todo gran cambio

comienza por un pequeño paso

Comparte este contenido...