Una de las grandes ventajas de practicar mindfulness todos los días, durante al menos un ratito, es que tu mente se acostumbra a poner el foco de manera intencionada en un objeto: la respiración, tu cuerpo, un pensamiento, una emoción, un recuerdo de un viaje, un cuadro, un cuaderno, un cojín, etc…

Sabemos que ahora mismo, todos hemos tenido que hacer una adaptación a la forma de trabajar, de relacionarnos con la familia, con los amigos, y a veces la mente y las emociones se desbordan en cuestiones insignificantes. Esto se llama estar en el piloto automático, y seguir la primera respuesta que surge de nuestro interior.

Hoy en el vídeo te proponemos una secuencia de práctica formal mindfulness para reducir momentos de ansiedad, y un ejercicio para fomentar la atención, y ser consciente de cómo la observación, acalla tu mente más ruidosa y dispersa.

¿Qué te ha parecido el desafío? ¿Te ha costado detectar los elementos que te solicitábamos? ¿Cuál es tu grado de atención a lo que te rodea?

Desde la neurociencia, se ha realizado un estudio para medir si todas las meditaciones influyen del mismo modo en nuestro cerebro y en sus capacidades. Y se ha demostrado que existen diferencias. Las  prácticas meditativas que enfatizan en la relajación física, emiten ondas theta y delta en el cerebro, y estas ondas están más relacionadas con estados de sueño profundo y de relajación corporal.

Sin embargo, la práctica de mindfulness, la atención intencionada con observación y presencia al momento presente,  genera ondas alfa y beta en nuestro cerebro. Estas ondas están más relacionados con estados de vigilia. Esto significa que esos 5 minutos de atención a un objeto, sirven para despejar tu mente, y que conecte con un estado de claridad mayor. Esto es un gran beneficio en momentos en los que debemos elegir, planificar, coordinar y conseguir ciertos resultados o expectativas son extremadamente necesarios. Con la práctica Mindfulness asidua,  “estás afilando tu sierra” para conseguir usar de manera efectiva todos tus recursos.

Según estudios, la mente humana está el 47% del tiempo distraída y no centrada en lo que debiera estar, por ello, además de ser una herramienta muy integrada en las organizaciones y para mejorar el desempeño, el Mindfulness también trabaja para el bienestar emocional del individuo.

Te proponemos que realices prácticas informales de atención a actividades laborales de manera consciente y atenta, con todos tus sentidos puestos en la tarea, y con tu mente focalizada en la actividad durante al menos 10-15 minutos. Cuando estamos con estrés y prisa por la entrega, nuestro nivel atencional disminuye de manera importante, de modo que con el cronometro en la mano, elige una actividad y posterga las interrupciones y las distracciones, tanto internas como externas.

Propuestas de actividad:

  • Revisar el correo electrónico y organizar el orden de la respuesta atención al grado de importancia y urgencia.
  • Llamada o video-llamada: conversación consciente a lo que me dicen verbalmente y no verbalmente, ejercitando la escucha activa (sin pensar en la respuesta que voy a dar).
  • Redactar informe, podemos hacerlo estableciendo distintos momentos atencionales: primero recogiendo toda la información que necesito, otro momento poniendo toda mi atención en organizar la información, y un tercer momento, realizar el documento atendiendo a las ideas clave que quiero mostrar y transmitir.
  • Elaborar y diseñar la estrategia junto con tu equipo, y establecer los planes de acción necesarios para lograr vuestro propósito.
  • PAUSA CONSCIENTE, técnica SOS: Stop-para, Observa, y Sonríe o sostiene tu atención en la pausa. La puedes ver más completa en el artículo #MinfulnessBienestar3.

En unos días, compartiremos nuestro siguiente post  #MindfulnessBienestar4, con sencillas prácticas que puedes ir incorporando en tu día a día. Y si quieres experimentarlo con nosotras en aula virtual, los miércoles de 19h a 20h, es posible.

Ser consciente significa 

abandonar los juicios durante un tiempo

dejar de lado nuestro objetivos inmediatos para el futuro,

y tomar el momento presente como es

y no como nos gustaría que fuera.

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