Hoy día sabemos, y más con la “realidad covid” que hemos vivido, que el ejercicio de determinadas profesiones supone un nivel de estrés que no siempre es posible conciliar con una vida personal y profesional saludable. Hoy vamos a profundizar de qué depende, y qué puede hacer por mí la Herramienta de MINDFULNESS para aligerar las sensaciones físicas, emociones y pensamientos asociados.

El estrés según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la «epidemia de salud del siglo XXI”, en un estudio reciente en EE. UU, más del 50% de las personas consideraron que el estrés afectó negativamente la productividad laboral. La OMS define el estrés como «la reacción que las personas pueden tener cuando se les presentan demandas y presiones que no se corresponden con sus conocimientos y habilidades y que desafían su capacidad de afrontamiento».

El estrés en el entorno laboral va asociado a la competitividad, la presión económica y social, la falta de tiempo, la gran cantidad de tareas, la búsqueda de resultados inmediatos, cambios organizacionales, entornos VUCA, jornadas extendidas para cubrir la falta de operatividad o de personal, etc. La combinación de estos factores durante largo periodo de tiempo producen trastornos en la salud física y mental (por ejemplo, depresión, crisis nerviosas, enfermedades cardíacas), reduciéndose el bienestar propio y provocando mayor ausencia en los puestos de trabajo por causa de enfermedad.

¿Qué ocurre en nuestro cuerpo cuando sufrimos el estrés?

El estrés o situación de alerta es esa respuesta adaptativa necesaria para la supervivencia de las especies, por lo tanto, suele ser útil y positiva (eustrés), obteniendo un provecho, beneficio o resultado favorable, protegiéndote de peligros externos. Incluso puedes llegar a sentir una estimulación satisfactoria al experimentarlo ante un reto o desafío para el que sientes que posees los recursos y capacidades para afrontarlo.

Cuando la situación de estrés se mantiene durante un periodo de tiempo da lugar a su versión negativa (distrés), en la que nos sentimos superados y con escasa capacidad de resolución, apareciendo estados de angustia.

A nivel bioquímico, el eustrés es una liberación de tres sustancias en nuestro cerebro: dopamina, serotonina y noradrenalina, que nos producen la sensación de sentirnos fortalecidos y empoderados.

El distrés genera una liberación de cortisona, que nos produce la sensación de impotencia e incluso miedo, temor o pánico, generando cansancio, agotamiento o pérdida de energía (esto me supera, me siento ansiosa, no puedo con la vida).

¿En qué me puede ayudar la práctica de Mindfulness?

Un programa de asistencia Mindfulness permite abordar de manera integral el cuerpo, la mente y las emociones. De modo que con la práctica de meditaciones, ejercicios de indagación personal, y la integración de los aprendizajes en el aula, conseguirás tener a tu alcance herramientas de gestión personal y profesional.

Con el objeto de reducir las reacciones nocivas que se producen hacia nosotros mismos y los estados de agotamiento que nos provoca el distrés, e impactar negativamente en nuestro entorno (nuestros compañeros, nuestra familia, etc.), te sugerimos unos ejercicios basados en la metodología MBSR (Mindfulness based stress reduction) o REBAP (Reducción del estrés basado en Atención Plena).

Los estudios realizados por los centros de mindfulness asociados a la Universidad de Massachusetts, basados en imágenes anatómicas por resonancia magnética de personas que participaron en sesiones de REBAP, muestran que la aplicación de este programa está relacionado con modificaciones en aquellas zonas del cerebro que se ven involucradas en los procesos de aprendizaje, memoria y actividad emocional.

Los ejercicios que propone el sistema y metodología MBSR/REBAP para la reducción del estrés son los siguientes:

1- Meditación con foco en la respiración consciente, aquietando las sensaciones de angustia y aceleración.
2- Revisión del cuerpo, dando presencia al lugar físico dónde se encuentra alojada la emoción y su grado de intensidad.
3- Atención a tus pensamientos, que de alguna manera están alimentando la situación estresante con mensajes poco motivadores y potenciadores de tu conducta.
4- Movimiento consciente, para desactivar al menos a lo largo de la duración del ejercicio, el bucle de pensamientos automáticos y recurrentes que suele aparecer en estados de estrés. Puedes hacer caminar consciente, subir y bajar escaleras, yoga, etc. No consiste en realizar ejercicio aeróbico, si no, poner el foco de la atención en el movimiento de tu cuerpo, para despejar tu mente.

Estos ejercicios te permitirán generar mayor confianza en ti mismo, mejorar tu fortaleza emocional, fomentar la colaboración y la empatía con tu entorno, provocando un sentimiento de autoeficacia y de dominio de la situación que experimentamos como adversa.

No te quedes en la teoría, consulta nuestros contenidos prácticos en youtube, y reserva tu clase gratuita para ti o tu equipo en infomindfulnessbienestar@gmail.com.

La atención es una manera de hacerse amigo de nosotros mismos y de nuestra experiencia.

Jon Kabat-Zinn

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